Aunque parezca uno de esos descuidos que creemos que nunca nos ocurrirán, nunca digas “nunca”. Las prisas, los nervios, la falta de sueño o el cansancio pueden jugarnos malas pasadas, incluso en las acciones más rutinarias. De hecho, son en estos hábitos tan cotidianos donde más errores cometemos, ya que los realizamos de forma automática, sin prestar mucha atención a ello. Un ejemplo es cuando nos paramos en una gasolinera a repostar el coche.
Echar gasolina en un coche diésel, o diésel en un coche de gasolina, es un error no tan poco común y bastante costoso. Actualmente, limpiar el depósito tras una confusión con el combustible puede alcanzar los 400 euros, sin tener en cuenta el precio de las reparaciones adicionales.
El sistema de inyección está formado por bombas, válvulas e inyecciones y está diseñado para trabajar con un tipo especifico de combustible. El gasoleo, con su mayor viscosidad y densidad, requiere mayor fuerza de inyección, mientras que la gasolina, más ligera, necesita menor potencia. Usar diésel en un motor a gasolina puede obstruir el sistema de inyección, mientras que la gasolina en un motor diésel puede provocar explosiones y daños más graves.
Los motores están diseñados para utilizar un tipo especifico de carburante, si se usa uno incorrecto, se pueden producir daños en él, estos pueden ir desde pequeños desperfectos a graves averías. Los motores diesel, por ejemplo, necesitan temperaturas más altas para la ignición y tienen combustiones más prolongadas debido a su contenido de parafinas. En cambio, los motores a gasolina realizan explosiones más violentas, pero de menor duración debido a la volatilidad de la gasolina. Utilizar el combustible incorrecto puede desajustar este equilibrio, causando taponamientos o explosiones descontroladas dentro del motor.
Echar gasolina en un motor diésel
En este caso, el primer indicio de un problema será que el motor comenzará a emitir ruidos extraños. En ese momento, es fundamental detener el vehículo de inmediato y contactar con la grúa o con el seguro, ya que poner gasolina en un coche diésel es un error grave.
Si esto ocurre, será necesario realizar una limpieza exhaustiva del depósito, ya que, aunque la cantidad de gasolina añadida sea pequeña, puede causar daños significativos en la mecánica del vehículo.
Echar gasóleo en un motor de gasolina
En este otro caso, pronto se notará un humo blanco y denso saliendo del escape al arrancar. Si la cantidad de gasóleo es pequeña, el coche podría seguir funcionando sin mayores inconvenientes, pero si hemos llenado más de un cuarto del depósito, el vehículo comenzará a fallar y pronto se detendrá. Lo ideal, en cualquiera de los casos, es no encender el motor si nos hemos dado cuenta del error.
En el momento que suceda esto, es muy importante actuar con rapidez y llamar a la asistencia. Será necesario vaciar completamente el depósito, prestando atención a los conductos y a los inyectores que puedan haber absorbido el diésel. Igualmente, será imprescindible cambiar el filtro de combustible y las bujías para prevenir futuros daños mecánicos.
En conclusión, por estas razones explicadas anteriormente, es fundamental estar atentos al tipo de carburante adecuado para nuestro coche, y en caso de equivocación, actuar con rapidez para minimizar los daños. La prevención y una respuesta ágil son clave para evitar averías costosas y prolongar la vida útil del motor.
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