Metamovilidad, coches conectados o vehículos autónomos son conceptos que definen cómo serán los coches del futuro. Al menos los que los expertos son capaces de intuir a día de hoy y, en algunos casos, incluso de fabricar.
Hace años, un coche que circulara por sí mismo y sin un conductor, era de película de ciencia ficción. Hoy, este supuesto es ya una realidad, aunque acompañada -eso sí- de algunos condicionantes.
Para muestra, un botón: Múnich va a poner en marcha a lo largo de este 2022 un programa piloto de taxis sin conductor, es decir, de coches autónomos. Ahora bien, esta prueba podrá realizarse en esa ciudad alemana porque, entre otras cosas, el país tiene ya aprobada una ley que establece cómo debe ser la circulación de vehículos autónomos por sus vías.
Y es aquí donde radica el meollo de la cuestión, porque la tecnología para que los vehículos puedan moverse sin conductor ya existe, pero factores externos a la automoción -como es la ausencia de normativas que regularizan su uso o la falta de infraestructuras adaptadas, además de dudas éticas-, son los que están ralentizando su introducción en algunas zonas geográficas.
Japón, Alemania, Reino Unido o Estados Unidos son los países con una legislación más avanzada en esta materia. Tanto es así que en marzo de 2021 Honda ya puso a la venta en el país nipón el primer automóvil con conducción autónoma de nivel 3. Es decir, el conductor puede dejar el control del vehículo al propio coche aunque solo en circunstancias muy concretas (por ejemplo, en una autopista), y debe estar preparado para hacerse con el timón del mismo en cualquier momento. Para este hito, la compañía fabricó y puso a la venta 100 unidades de una versión específica del Honda Legend EX.
La conducción autónoma
La firma Mercedes-Benz también ha obtenido recientemente en Alemania la aprobación de un sistema que permite la conducción autónoma de vehículos. Esta certificación está sujeta, eso sí, a que el vehículo circule por autovías y a una velocidad máxima de 60 km/h. Y tanto en este caso como en el de Honda, el factor humano sigue siendo clave ya que el sistema puede precisar de su intervención en cualquier momento.
Otro ejemplo viene de la mano de Volvo, que está ultimando un sistema de piloto automático, al que llaman Ride Pilot, que permitirá al usuario del vehículo desentenderse totalmente de la conducción. El fabricante sueco ha explicado que este sistema emplea rayos láser para obtener imágenes tridimensionales del entorno del coche en tiempo real con una precisión en la medición de distancias de un centímetro y una visión con 600 metros de alcance (250 metros en casos de mala visibilidad). Además, complementará este sistema con cinco radares, ocho cámaras y 16 sensores ultrasonidos instalados en los vehículos.
Según Volvo, su modelo de coche plenamente autónomo llegará a California (EEUU) antes de que finalice el año. Y tan seguros están de su eficacia, que en caso de accidente serán ellos quienes se hagan responsables del mismo.
El futuro de la automoción
Para alcanzar una conducción 100% autónoma o inteligente ya hemos visto que es necesario que las legislaciones nacionales regulen esta novedad, pero también que los coches estén conectados con su entorno a través de sensores que puedan recoger y transmitir datos sobre peatones, vehículos y condiciones de las vías sin retardo (lo que técnicamente se conoce como latencia).
En este contexto los expertos distinguen dos conceptos: comunicación Vehículo a Vehículo (V2V) y comunicación del Vehículo a Todo (V2X), es decir, con semáforos, vías e infraestructuras de transportes, etc.
Este tipo de conexiones, especialmente la V2X, requiere manejar una enorme cantidad de datos. Por ese motivo, la llegada del 5G, que implica mayor capacidad de transmisión y menor retardo, ayudará a la expansión y despunte de los coches inteligentes.
Transporte del futuro: Coches inteligentes y conectados con 5G
Tanto es así, que el informe Coches Autónomos, Robotaxis y Sensores 2022-2042 realizado por la consultora IDtechEx, pronostica que para 2046 los vehículos autónomos ya podrían satisfacer la demanda total de movilidad.
Diversos estudios avalan también que el 5G aplicado a la conducción podría mejorar los ratios de seguridad vial. Según la asociación internacional 5G Automotive Association (5GAA), con la aplicación del 5G a los vehículos, el riesgo de accidentes en cruces podría reducirse entre un 65% y un 68%. La comunicación entre automóviles (V2V) y con todas las cosas (V2X) será la clave, ya que las maniobras de conducción podrán adaptarse de forma mucho más efectiva a situaciones o escenarios de peligro.
Por poner un ejemplo, en caso de un accidente la transmisión de datos con 5G generará un sistema de alerta que advertirá a los vehículos que se encuentren cerca del lugar de ese siniestro. Esta funcionalidad la recoge también la aplicación DGT 3.0 en la que está trabajando actualmente la Dirección General de Tráfico en España.
Otro cambio que traerán los coches inteligentes será el ahorro en combustible, y es que al estar conectados a los semáforos (y con el resto de vehículos), podrán adecuar su velocidad a un ritmo constante para evitar aceleraciones y frenadas bruscas, logrando así una conducción más eficiente.
El metaverso y la metamovilidad
Y si pensabas que el futuro de los automóviles iba a pasar únicamente por los coches autónomos y conectados, sentimos decirte que no es así…
En pleno apogeo del metaverso, Hyundai ha anunciado que lo que está por llegar es un futuro interactivo y en parte virtual en el sector de la automoción, al que ha denominado metamovilidad.
El día de mañana los vehículos podrán convertirse en un espacio multifunción, en el que los usuarios dispondrán de tiempo para realizar distintas actividades mientras el coche conduce por sí mismo. La metamovilidad es un concepto, por tanto, que engloba una red de movilidad en la que los seres humanos podrán vincularse a objetos y tareas en el mundo virtual en un medio de transporte. Por ejemplo, un vehículo podrá ser también un espacio de trabajo o de ocio que incluya una plataforma de videojuegos en 3D.
Las marcas ya han visto las nuevas oportunidades que esto puede generar y algunas, como Amazon, se han lanzado a firmar un acuerdo con Stellantis para que los clientes de este grupo automovilístico puedan disfrutar de los servicios de Amazon como Alexa, Kindle o Fire TV en sus vehículos a partir del próximo 2024.
¿Qué opinas? ¿Te haces a la idea de desplazarte en un coche mientras te dedicas a tomar un café tranquilamente o a terminar de repasar los apuntes para una reunión de trabajo? ¡Te leemos!
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.