Las emisiones que generan los automóviles influyen en el calentamiento global, pero también en otros factores más tangibles para los ciudadanos como el importe que deben pagar por el impuesto de matriculación de su coche o la posible restricción a la hora de circular en las nuevas Zonas de Bajas Emisiones. Pero… ¿cómo se miden estas emisiones?
Desde los años 90 existen unos protocolos internacionales que engloban un conjunto de procedimientos para determinar el consumo, emisiones y eficiencias de los vehículos. El NEDC fue el primero que comenzó a emplearse en Europa con este fin, y ahora es el WLTP el que se utiliza. ¡Sigue leyendo para conocer en qué consisten y cómo te afectan a la hora de adquirir un vehículo!
NEDC: New European Driving Cycle
Las siglas NEDC corresponden en español a ‘Nuevo Ciclo de Conducción Europeo’, un protocolo de medición que nació allá por la década de los noventa, concretamente en el año 1992. En aquel entonces se establecieron unas pruebas de 20 minutos en laboratorio para medir las emisiones de CO, CO2, NOx, hidrocarburos y partículas sólidas, así como el consumo de combustible de los nuevos modelos de vehículos.
Se iba haciendo por tanto patente que las normas que se habían establecido tres décadas atrás ya no eran tan acordes para automóviles que no tenían nada que ver con los que existían cuando se lanzó el protocolo NEDC. El sector y la Administración eran conscientes de que existían descuadres entre los consumos medidos y los reales, debido al uso por parte de los fabricantes, de ciertas estrategias que aprovechaban los vacíos legales existentes. Por ejemplo, el uso del nuevo sistema Start&Stop permitía realizar un consumo cero durante parte de la prueba NEDC. Del mismo modo, las marcas podían homologar sus modelos únicamente con el equipamiento básico, por lo que los vehículos eran más ligeros de peso que los que llevaban componentes extra, lo que reducía los coeficientes de rozamiento.
En medio de este escenario se destapa en el año 2015 el escándalo Dieselgate, que sacó a la palestra que 11 millones de vehículos de las marcas Volkswagen, Audi, Seat, Škoda y Porsche habían estado emitiendo entre 2009 y 2015, hasta 40 veces más de lo legalmente aceptado de partículas de óxidos de nitrógeno.
En medio de este caos es cuando se presenta el nuevo protocolo WLTP, adaptado a los nuevos coches y mucho más realista y preciso a la hora de realizar las mediciones.
¿En qué consiste el protocolo WLTP?
El WLTP (World Harmonized Light-duty Vehicle Test Procedure) se traduce en español como ‘Procedimientos de pruebas de vehículos ligeros coordinados a nivel mundial’ y su lanzamiento introdujo una nueva forma de averiguar de forma más exacta el consumo de combustible, el nivel de emisiones y el gasto de energía de los vehículos con sistemas de propulsión alternativos. Se trata, en definitiva, de una lectura más cercana a la realidad, que tiene en cuenta los sistemas que incorporan los vehículos de nueva generación y que ofrece mayor fiabilidad en los datos de emisiones reales de los coches o en los kilómetros de autoconsumo en el caso de los vehículos eléctricos.
Así, una de las principales novedades que introdujo el ciclo WLTP frente al NEDC reside en que las pruebas incorporan de forma más realista los patrones de circulación que se realizan actualmente, con movimientos y cambios de velocidad más extremos, con mayores distancias recorridas…
El 1 de septiembre de 2018 comienza a utilizarse legalmente este nuevo sistema WLTP en Europa y las normativas comunitarias establecen que el anterior sistema de medición y el nuevo podrían seguir coexistiendo hasta enero de 2019, cuando se pasaría automáticamente del NEDC al WLTP.
Sin embargo, el Gobierno de España realizó una moratoria para prorrogar hasta diciembre de 2020 la sustitución definitiva a este nuevo ciclo WLTP de medición. A mediados de 2021, en plena pandemia del coronavirus, y ante el descenso de ventas de coches nuevos, el Gobierno lanzó una prórroga especial que permitió volver a utilizar el sistema NEDC hasta el 31 de diciembre de 2021.
¿Qué ha significado la introducción del WLTP para los conductores?
La llegada del ciclo WLTP afectó en el corto plazo a los bolsillos de los consumidores, ya que este tipo de medición pasó a ser más riguroso, y algunos vehículos que con el protocolo NEDC realizaban emisiones de 130 g/km, con el nuevo ciclo de medición subían hasta los 160 gr/km, lo que influye directamente en el coste del impuesto de matriculación del coche.
Y es que, como ya sabemos, el impuesto de matriculación de un vehículo depende de las emisiones que realice. Así:
- Los vehículos que emitan menos de 120 gr/km de gases están exentos del pago del impuesto de matriculación.
- Aquellos que realicen emisiones de entre 121 y 159 gr/km: impuesto del 4,75%.
- Emisiones de entre 160 y 199 gr/km: impuesto del 9,75%.
- Emisiones por encima de los 200 gr/km: impuesto del 14,75%.
De esta forma, con la llegada del nuevo protocolo de medición WLTP, algunos fabricantes decidieron disminuir la potencia de algunos de sus vehículos para reducir sus emisiones de CO2 y ajustarse a categorías inferiores de emisiones. Algunos ejemplos de estos cambios los vimos en el Seat León Cupra, que pasó de tener 300 CV a 290 CV o en el Wolkswagen Golf R, que bajó de los 310 CV a los 300 CV.
¿Cuáles son las principales diferencias entre el ciclo WLTP y el NEDC?
- Más duración: Frente a los 20 minutos de duración de la prueba NEDC, el ciclo WLTP requiere 30 minutos.
- Mayor distancia: Con el NEDC se recorrían 11 kilómetros, y con el WLTP se hacen 23,25 kilómetros.
- Pruebas más completas: El NEDC establecía una prueba en laboratorio, mientras que el WLTP realiza también una prueba dinámica e introduce pruebas en distintas velocidades (baja, media, alta y muy alta), con frenadas y aceleraciones, conducción urbana, semiurbana, carreteras…
- Temperatura más realista: Antes, el coche y la sala de ensayo podrían estar entre 20 y 30 grados, por lo que si el coche se situaba en los 30 grados y el laboratorio a 20 grados se minimizaba la energía a invertir en calentar el motor y maximizaba la eficiencia del motor porque el arie frío es más denso. Ahora, el WLTP establece que el laboratorio tiene que estar entre 20 y 26 grados y el coche a 14 grados, lo que encaja más con las temperaturas medias existentes en Europa.
- Mayor velocidad: Durante el protocolo de emisiones NEDC, la velocidad media era de 34 km/h, llegando un pico máximo de 120 km/h, mientras que con el WLTP la media sube hasta los 46,5 Km/h y en su momento álgido se alcanzan los 131 km/h.
- Pesos / Equipamiento de los vehículos: El NEDC no contemplaba los extras. Es decir, solía medirse el vehículo con el equipamiento base (más ligero, por tanto), mientras que ahora el nuevo protocolo WLTP realiza pruebas con los distintos extras.
- Gestión de marchas: En el NEDC se utilizaba un cambio de marchas manual, mientras que con el WLTP las pruebas se adaptan a cada tipo de modelo.
- Neumáticos: El NEDC se realizaba un único tipo de neumáticos, mientras que en el WLTP hay que pasar la prueba con cada uno de los neumáticos homologados para ese vehículo. Además, la profundidad mínima del dibujo de los neumáticos en el WLTP es mayor (del 50% frente al 30% del NEDC), lo que también incrementa las resistencias a las rodaduras.
¿Conocías las diferencias entre ambos protocolos de medición? ¿Tuviste estos factores en cuenta a la hora de adquirir tu coche? Recuerda que si vas a comprarte ahora un coche de segunda mano, te ahorrarás el Impuesto de Matriculación y en Tramicar podemos hacer la transferencia de tu coche por ti, ya que somos expertos en la transferencia de vehículos de forma 100% digital.
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